Con el auge de las herramientas LegalTech en los últimos años, muchos equipos se han enfrentado al reto de la resistencia al cambio. Por eso, la gestión del cambio se ha convertido en una parte clave a la hora de implementar nuevas soluciones, especialmente en sectores tradicionalmente más reticentes, como el jurídico.
En el caso del secretario general, hay factores psicológicos y emocionales que explican esa resistencia. Existe un miedo natural a perder parte de su identidad profesional, lo que puede hacer que la resistencia vaya más allá de una simple incomodidad. Hoy en día, las preocupaciones sobre la identidad, el propósito y la relevancia están muy presentes en el entorno laboral.
Principios de la resistencia psicológica y emocional al cambio
La tecnología puede tener un impacto psicológico profundo que se refleja también en el entorno laboral. En el caso del secretario general, las herramientas impulsadas por inteligencia artificial pueden incluso desencadenar una crisis de identidad profesional. Esto ocurre, por ejemplo, cuando la IA empieza a generar informes o incluso a proponer estrategias, funciones que antes eran propias de este rol.
El miedo a ser sustituido por una máquina no se limita a la pérdida del empleo. También implica perder el reconocimiento profesional y el respeto que conlleva ser una figura humana clave en la estructura de gobernanza.
Veamos algunas de las preocupaciones más comunes que enfrenta esta función dentro del ámbito jurídico.
Alteración de las rutinas
Una de las principales razones de la resistencia al cambio es la comodidad con las prácticas establecidas. Las rutinas arraigadas ofrecen una sensación de control y seguridad, por lo que modificarlas puede generar incomodidad e incluso ansiedad.
Durante años, los secretarios generales han gestionado de forma meticulosa los procesos del consejo, las estructuras de gobernanza y otros aspectos clave, siguiendo métodos consolidados. Las herramientas LegalTech, por muy avanzadas que sean, vienen a desafiar ese equilibrio. ¿Por qué? Porque elementos como la automatización, aunque aumentan la eficiencia, eliminan la familiaridad de los flujos de trabajo tradicionales, lo que puede generar incertidumbre en perfiles acostumbrados a procedimientos estructurados.
El efecto de disonancia cognitiva
Al primer reto se añade el fenómeno de la disonancia cognitiva. Muchos secretarios generales reconocen los beneficios de la transformación digital. A menudo se habla de mejora de la eficiencia, reducción de errores y mayor precisión en el cumplimiento. Sin embargo, también pueden experimentar un conflicto interno… En pocas palabras, algunos luchan por conciliar estas ventajas con sus temores personales sobre la seguridad en el empleo y la disminución de su influencia. Esta paradoja suele provocar resistencia… No porque no vean el valor de la tecnología, sino porque temen lo que significa para su papel a largo plazo.
Una amenaza para cierto nivel de autoridad
La percepción de una amenaza a la autoridad está estrechamente relacionada con los cambios tecnológicos. Muchos secretarios generales se enorgullecen de su papel como guardianes de la información: filtran comunicaciones, organizan los flujos de trabajo y se aseguran de que los altos ejecutivos reciban únicamente los datos más relevantes para la toma de decisiones.
La automatización altera esta dinámica. Al ofrecer acceso directo a la información a los miembros del consejo, reduce en algunos casos la necesidad de un intermediario. Este cambio puede interpretarse como una pérdida de control o incluso como una disminución del reconocimiento y la importancia percibida del rol dentro de la organización.
Sin embargo, en la práctica, los secretarios generales no pierden autoridad. De hecho, siguen siendo los guardianes del sistema de gobernanza, y muchas veces, los responsables clave de administrar y optimizar la herramienta tecnológica que da soporte a todo el consejo.
Falta de conocimientos sobre la tecnología
Otra barrera emocional importante es la ansiedad relacionada con la competencia tecnológica. Muchos profesionales del Derecho han dedicado décadas a perfeccionar sus conocimientos en gobernanza y cumplimiento, pero no necesariamente en el ámbito tecnológico. El ritmo de la transformación digital puede resultar intimidante, especialmente para quienes sienten que carecen de las habilidades técnicas necesarias para mantenerse al día.
El miedo a no poder adaptarse refuerza aún más la resistencia al cambio, creando un ciclo en el que la falta de compromiso con nuevas herramientas tecnológicas conduce a una brecha de competencias cada vez mayor.
Estos son solo algunos de los factores comunes que alimentan la resistencia al cambio. Si bien pueden aplicarse a distintas profesiones jurídicas, cuando hablamos del secretario general, surge una pregunta clave: ¿Qué es lo que más le preocupa? Veámoslo a continuación.
Preocupaciones específicas de los Secretarios Generales sobre la resistencia al cambio
1. ¿Perderé importancia y relevancia?
Más allá de las preocupaciones ya mencionadas, los secretarios generales enfrentan un temor muy particular: alejarse de lo que durante mucho tiempo ha constituido el núcleo de sus responsabilidades. Su función está profundamente arraigada en las relaciones interpersonales, la discreción y el conocimiento institucional acumulado. A medida que la tecnología asume ciertas tareas operativas, emerge la ansiedad de que estos atributos humanos pierdan relevancia.
La LegalTech no puede replicar la confianza ni la capacidad de asesoramiento estratégico que los secretarios generales desarrollan a lo largo de años de experiencia.
Los miembros del consejo confían en ellos no solo por su dominio de los procedimientos, sino por su habilidad para leer el contexto, gestionar personalidades complejas y mediar en situaciones delicadas. La automatización puede mejorar los procesos de gobernanza, sí, pero no puede sustituir los matices humanos que hacen de este rol una figura clave e insustituible en el buen funcionamiento del órgano de gobierno.
2. ¿Perderé influencia en la toma de decisiones?
Los secretarios generales han tenido durante mucho tiempo un importante valor estratégico. Este valor se traduce en cierto modo en poder de influencia. Se basa en puntos como las relaciones y su profundo conocimiento de las necesidades y preocupaciones de los consejos de administración. Por supuesto, también cuenta su capacidad para navegar por las jerarquías discretamente y delicadamente.
La mayor amenaza para la influencia es la invisibilidad.
La explosión del LegalTech puede parecer una amenaza para esta dinámica, y abre paso a preguntas. Por ejemplo: si la tecnología puede racionalizar la gobernanza, ¿seguirá siendo necesario el toque personal que ha definido su profesión?
Por qué nada de esto ocurrirá
La realidad es que los secretarios generales seguirán teniendo un papel de influencia, siempre que logren posicionarse como referentes en gobernanza digital. A menudo son los primeros en liderar la transformación tecnológica, manteniendo el control sobre el uso de las herramientas de gestión del consejo. Lejos de ser una amenaza, estas soluciones digitales representan una oportunidad para establecer una colaboración efectiva entre tecnología y rol humano. Se trata de un modelo híbrido, en el que la herramienta respalda el trabajo del secretario general sin reemplazarlo.
Aunque la automatización puede fortalecer los procesos de gobernanza, no sustituye los elementos humanos esenciales que caracterizan un liderazgo sólido. Es decir la interpretación, el juicio y la gestión de relaciones.
Si se hace bien, los secretarios generales pueden pasar de ser vistos como el elemento administrativo de la herramienta, a habilitadores estratégicos. Pues ellos tienden puentes entre la tecnología y el liderazgo ejecutivo.
¿Preparado para impulsar el cambio?
Los secretarios generales con visión de futuro ya están dando el paso: asumen un rol activo en la transformación digital en lugar de limitarse a reaccionar ante ella. Liderar las conversaciones sobre cómo debe integrarse la tecnología en la gobernanza es ahora más importante que nunca.
Los secretarios generales que destacan son aquellos que cambian percepciones: logran transmitir a los consejos de administración y a la alta dirección que, aunque las herramientas de LegalTech son poderosas, su eficacia depende de la visión humana que las guía.
Porque, al final del día, todo parte del pensamiento humano. La herramienta, por sí sola, no puede hacer nada sin una interacción estratégica, crítica y consciente por parte de quienes la utilizan.