¿Qué es una auditoría de contratos y por qué es importante?

La mayoría de las organizaciones operan con cientos, incluso miles, de contratos activos. Desde acuerdos con proveedores y condiciones de empleo hasta licencias de propiedad intelectual y asociaciones. Los contratos constituyen la columna vertebral jurídica y comercial de las operaciones diarias.

Pero, a menudo, los departamentos jurídicos no tienen una visión clara de lo que realmente contienen esos contratos. Plantillas obsoletas, cláusulas que faltan, sorpresas de renovación automática… no son sólo ineficiencias. Una auditoría estructurada de los contratos es el primer paso para recuperar el control.

¿Qué es una auditoría de contratos?

Una auditoría de contratos es una revisión de los contratos existentes para evaluar su validez jurídica, la exposición al riesgo y el cumplimiento de las políticas internas o los marcos normativos. Implica muchas cosas. Entre ellas, verificar las firmas, analizar las cláusulas y garantizar la coherencia de los términos contractuales.

Las auditorías contractuales deben formar parte continuamente de un esfuerzo jurídico y de gobernanza. Cuando se realizan con regularidad, transforman los contratos de archivos estáticos en instrumentos activos de gestión de riesgos y claridad jurídica.

Aunque los equipos de compras y finanzas pueden estar implicados, es el departamento jurídico el que aporta la perspectiva necesaria a una auditoría de contratos. Los equipos jurídicos entienden que las variaciones sutiles de las cláusulas, como las cláusulas de indemnización o la elección de jurisdicción, pueden tener consecuencias reales en los tribunales o en caso de litigio.

Además, los profesionales jurídicos están mejor equipados para interpretar los requisitos de cumplimiento en evolución. Por ejemplo, los requisitos relacionados con la protección de datos o ESG. Al liderar las auditorías de contratos, los departamentos jurídicos no solo minimizan la exposición legal, sino que también refuerzan su papel como asesores de confianza de la empresa.

Cuándo realizar una auditoría de contratos

Aunque lo ideal es que las auditorías sean continuas, determinados acontecimientos pueden o van a desencadenar una nueva revisión. He aquí algunos ejemplos:

  • En caso de fusiones y adquisiciones
  • Los litigios y disputas aumentan
  • Cambios importantes en la dirección
  • Cuando entran en vigor nuevos marcos de cumplimiento y regulación: el último ejemplo relevante es el del marco DORA en la UE.

Aunque tales acontecimientos exigen una revisión exhaustiva de los contratos, se recomienda hacer de las auditorías de contratos una práctica habitual. No es necesario esperar a que surja el problema para empezar a trabajar en él, por eso integrar las auditorías de contratos en la rutina de la gobernanza es un enfoque más seguro y sostenible.

Cómo realizar una auditoría estratégica de contratos

He aquí un amplio resumen de los pasos necesarios para llevar a cabo una auditoría de contratos:

Definir el alcance: Los equipos jurídicos deben empezar por dar prioridad a los contratos de alto riesgo. Se trata de aquellos con importancia financiera, exposición internacional o dependencia de servicios críticos. También deben señalarse los acuerdos que están a punto de renovarse o rescindirse, ya que presentan oportunidades oportunas de renegociación o mitigación de riesgos.

Acceder a los contratos y organizarlos: Los contratos deben recopilarse, organizarse y centralizarse. Si su organización carece de una herramienta de gestión del ciclo de vida de los contratos (CLM), este paso puede revelar lo fragmentados que están sus contratos y dónde puede mejorar.

Comience la revisión: Una vez que los contratos están en un solo lugar, los equipos jurídicos pueden empezar a extraer y revisar las cláusulas clave. Entre ellas suelen figurar la legislación aplicable, los límites de responsabilidad y las condiciones de pago. Es común enfocarse en los mecanismos de renovación, las cláusulas de confidencialidad y los métodos de resolución de conflictos. La revisión manual es posible, pero lleva mucho tiempo. En su lugar, muchos equipos confían ahora en herramientas de IA para extraer y etiquetar cláusulas automáticamente, ahorrando valiosas horas y aumentando la precisión.

Identificar y clasificar los posibles problemas: El objetivo final de es identificar lagunas o incoherencias jurídicas. Los contratos que hacen referencia a legislación obsoleta, omiten cláusulas esenciales o contienen términos contradictorios deben corregirse. Estas señales de alarma pueden documentarse en un resumen o informe. Este deberá clasificar cada contrato por nivel de riesgo y recomendar medidas de seguimiento como la renegociación, la rescisión o la actualización jurídica.

Las auditorías como parte de la gobernanza jurídica

Las auditorías de contratos aportan el máximo valor cuando se integran en una estrategia de gobernanza jurídica más amplia. Ofrecen una base para una toma de decisiones más inteligente y un mejor cumplimiento.

Por ejemplo, las conclusiones de las auditorías pueden orientar las actualizaciones de las plantillas, mejorar las bibliotecas de cláusulas e introducirse en los manuales de negociación. Los equipos jurídicos también pueden realizar un seguimiento de las métricas clave a lo largo del tiempo. Destacamos la reducción de contratos no conformes o el tiempo medio para solucionar los problemas detectados. Estos indicadores proporcionan visibilidad a la alta dirección y demuestran la contribución del departamento jurídico a la gestión del riesgo empresarial.

Sin las herramientas adecuadas, las auditorías de contratos pueden abrumar incluso a equipos jurídicos experimentados. Buscar en carpetas, cotejar plantillas y hacer un seguimiento manual de las obligaciones no es sostenible.

Por eso muchos departamentos jurídicos recurren ahora a plataformas como la suite DiliTrust Governance. La solución ofrece un repositorio de contratos seguro y centralizado combinado con el reconocimiento de cláusulas basado en IA. Esto permite a los equipos automatizar partes del proceso de auditoría. Así mismo, permite reducir errores y centrar su experiencia donde más importa: la interpretación y la estrategia.

Los registros de auditoría, los filtros de búsqueda avanzada y la integración entre plataformas (con la gestión de asuntos o de cumplimiento, por ejemplo) aceleran aún más los flujos de trabajo jurídicos.

No espere una crisis, prepárese para una auditoría en todo momento

El coste de ignorar sus contratos puede ser más alto de lo que piensa. Los riesgos ocultos, los plazos sin cumplir o las cláusulas contradictorias pueden provocar incumplimientos, sanciones económicas o incluso litigios.

Una auditoría de contratos no es sólo marcar casillas. Es una oportunidad para recuperar la claridad, reducir la exposición legal y aumentar la eficiencia operativa. Las herramientas adecuadas y la planificación de los contratos son la clave del éxito.