Los departamentos jurídicos en las organizaciones globales actuales están sometidos a más presión que nunca. Con normativas en constante evolución y operaciones internacionales cada vez más complejas, por nombrar solo algunos desafíos… Con este ámbito, los profesionales legales a menudo deben gestionar la minimización de riesgos jurídicos con recursos limitados.
Entonces, ¿cómo pueden los equipos legales reforzar sus estrategias de minimización de riesgos jurídicos? En DiliTrust hemos investigado y descubierto que implementar un sistema sólido de gestión del ciclo de vida de los contratos (CLM, por sus siglas en inglés) puede marcar una diferencia sustancial. La tecnología CLM no solo optimiza los procesos, sino que también impulsa la minimización de riesgos jurídicos en múltiples puntos del ciclo contractual.
¿Cómo ayuda un CLM en la minimización de riesgos jurídicos?
Una plataforma de gestión del ciclo de vida de los contratos apoya la minimización de riesgos jurídicos de forma concreta y medible. Desde la reducción de errores humanos hasta el cumplimiento normativo integral, un CLM aporta estructura y supervisión justo donde más se necesita para lograr una minimización de riesgos jurídicos eficaz y sostenible.
Menos errores contractuales, menos riesgos
Uno de los principales factores que generan exposición legal es el error humano durante la redacción y aprobación de contratos. Un CLM aborda este problema directamente. Facilita la minimización de riesgos jurídicos mediante procesos automatizados y controles estandarizados.
Ejemplo: Considere una empresa multinacional que negocia contratos con proveedores. Una omisión simple de una cláusula de indemnización podría exponerla a una responsabilidad significativa. Un CLM garantiza que estas cláusulas siempre estén incluidas y actualizadas conforme a los estándares legales más recientes. Gracias a ello, fortalece la minimización de riesgos jurídicos.
Menos costes legales y menos sorpresas económicas
Los gastos legales pueden salir de control si los riesgos no se mitigan a tiempo. Afortunadamente con un CLM el control de costes y en la minimización de riesgos jurídicos financieros y operativos se vuelve más eficaz.
Ejemplo: Imagine que una empresa con operaciones en varias jurisdicciones olvida renovar una cláusula de licencia por descuido. Esto podría generar multas o incluso la paralización de operaciones. Un CLM evita este riesgo mediante alertas proactivas y seguimiento de términos de renovación. De tal manera, asegura una mejor minimización de riesgos jurídicos.
Mayor cumplimiento normativo, mayor minimización de riesgos jurídicos
Los marcos regulatorios evolucionan constantemente, especialmente a nivel internacional. Sin un sistema adecuado, mantenerse en conformidad se convierte en un trabajo a tiempo completo. Aquí es donde un CLM se convierte en un aliado para la minimización de riesgos jurídicos relacionados con el cumplimiento.
Ejemplo: La Ley de Resiliencia Operacional Digital (DORA) en Europa exige que las entidades financieras integren la resiliencia en sus operaciones digitales. Un CLM puede identificar automáticamente cláusulas en contratos de servicios IT que no cumplen con DORA. Esto permite a los equipos legales actualizarlos antes de auditorías. En efecto, este enfoque preventivo refuerza la minimización de riesgos jurídicos.
El CLM como parte de una estrategia de tecnología jurídica
Como hemos demostrado, las plataformas CLM aportan beneficios reales y cuantificables en la minimización de riesgos jurídicos. Desde menos errores y costes más bajos hasta un mayor cumplimiento, una cosa es clara. El CLM es un elemento esencial para los equipos jurídicos modernos.
Sin embargo, es importante recordar que el CLM es solo una parte de un ecosistema más amplio de herramientas legal tech. Por ejemplo, una solución de gestión de consejos o una herramienta de gestión de asuntos legales también son componentes clave que complementan la estrategia jurídica de una organización, contribuyendo de forma conjunta a una minimización de riesgos jurídicos integral.