Tecnologías como el OCR, el IDP y los LLM están transformando el panorama de la IA en el sector del private equity: cómo las empresas obtienen, analizan y aplican los datos jurídicos, especialmente en la gestión del ciclo de vida de los contratos (CLM) y la gestión de asuntos.
Información clave
- La IA automatiza las tareas repetitivas, mejora la precisión de los documentos y aumenta la eficacia jurídica
- El OCR permite la extracción de documentos escaneados o no editables
- Los LLM redactan, resumen y detectan anomalías en el lenguaje jurídico
- Las plataformas de CLM integran estas herramientas para gestionar los flujos de trabajo, las aprobaciones y el cumplimiento de las normativas.
No es ningún secreto que el sector del capital riesgo maneja mucha documentación. Las empresas se han enfrentado a un aumento de ese volumen en los últimos años, a medida que se expanden nuevas tendencias como la proliferación de las side letters o los fondos de continuación. En tal contexto, huelga decir que la IA en el capital riesgo también ha ganado popularidad, no sin razón.
Desde los pliegos de condiciones hasta los complejos acuerdos de inversión, los abogados especializados en fondos, los socios de inversión y los equipos jurídicos necesitan soluciones que cubran el vacío de las tareas manuales. Gracias a tecnologías como el reconocimiento óptico de caracteres (OCR) y los modelos extensos de lenguaje (LLM), está surgiendo toda una nueva generación de herramientas de inteligencia artificial. Estas herramientas están transformando radicalmente la forma en que los equipos jurídicos de private equity gestionan los contratos, las obligaciones y los aspectos legales. Profundicemos en ello.
Cómo OCR, LLM e IDP están cambiando las reglas del juego
La IA en el capital riesgo tiene un aspecto concreto: se trata de automatizar tareas y acelerar procesos manuales históricos, mantener la documentación en orden y aprovechar la tecnología para obtener ventajas competitivas.
OCR: Extracción de texto
El OCR interviene al cargar documentos escaneados, archivos PDF, imágenes o cualquier otro archivo no editable. Esta tecnología lee y convierte el texto de esos archivos no editables en datos legibles, extrayendo la información que usted necesita. Esto significa que un gestor de fondos podría, por ejemplo, extraer acuerdos de suscripción de fondos, «side letters» anotadas a mano o incluso actas escaneadas de consejos de administración y convertirlas fácilmente en datos que pueden compartirse con las partes interesadas. Las herramientas OCR modernas ahora reconocen la escritura a mano, las tablas y los documentos escaneados de baja calidad. Esto es especialmente importante para los archivos de operaciones antiguos.
IDP: Comprender el contenido
Aunque el OCR permite la extracción de datos sin procesar, esto es solo el comienzo del proceso. De hecho, los abogados de los fondos, los gestores de carteras y los equipos jurídicos deben comprender qué significan y qué implican esos datos para el negocio. Ahí es donde entra en juego el procesamiento inteligente de documentos (IDP). El IDP va un paso más allá al comprender los datos e identificar componentes clave, como cláusulas importantes, información reglamentaria o acuerdos.
LLMs: Interpretación, redacción y razonamiento
La pieza final es el Modelo Extenso de Lenguaje (LLM), que puede resumir obligaciones, identificar anomalías o incluso redactar borradores con marcas de revisión. Las funciones y la tecnología basadas en LLM se entrenan con una gran variedad de información. Por ejemplo, en los fondos de private equity, puede tratarse de contratos y lenguaje jurídico. De este modo, son capaces de detectar incoherencias y responder a consultas en lenguaje natural
En resumen, el OCR se encarga de la extracción de datos, el IDP gestiona la clasificación y estructuración de contenidos, y los LLM proporcionan interpretación e incluso generan nuevos contenidos basados en los datos extraídos.
Conectando los puntos CLM y Gestión de Asuntos
Las herramientas de gestión del ciclo de vida de los contratos, ampliamente utilizadas en diferentes sectores, suelen basarse en las tecnologías descritas anteriormente. Las empresas de private equity pueden beneficiarse de un CLM en muchos casos.
CLM como sala de máquinas
Las plataformas de gestión del ciclo de vida de los contratos se convierten en el punto de integración de las tres tecnologías de IA. Una vez que el OCR extrae datos estructurados, los LLM los enriquecen con resúmenes o clasificación. Ya sea para crear flujos de trabajo de aprobación o acelerar los procesos de firma, el uso de un sistema CLM ofrece muchas ventajas a los equipos jurídicos.
Pero, ¿qué aspecto tiene la automatización del CLM para el capital riesgo?
- Generación de bibliotecas de cláusulas: actualice las cláusulas basándose en ejemplos negociados del mundo real.
- Seguimiento normativo: incorpore plazos, cláusulas arriesgadas y mucho más en función de sus contratos anteriores y cartas complementarias y mejore el cumplimiento.
- Crear flujos de trabajo de aprobación: genere flujos que activen aprobaciones, denegaciones y firmas. Estos flujos de trabajo utilizan datos específicos, como la jurisdicción o el tipo de cláusula.
Con un CLM, los equipos jurídicos de private equity trabajan con una única fuente de información veraz. Esto ayuda a mitigar el riesgo y alinearse con las necesidades de auditoría, cumplimiento y presentación de informes.
Cómo empezar
Aunque la IA está cada vez más presente tanto en nuestra vida privada como profesional, todavía puede resultar intimidante. Esto es especialmente cierto cuando se aplica en contextos delicados como el private equity.
Por este motivo, se recomienda centrar los esfuerzos de IA en documentos de gran volumen, como las side letters o los acuerdos de confidencialidad. Estos suelen ser muy complejos y se producen con la frecuencia suficiente como para ofrecer un fuerte retorno de la inversión gracias a la automatización. Por mucho que la IA y la automatización ayuden, es fundamental mantener a las personas al tanto durante las primeras fases de la implementación. El personal jurídico y otros miembros responsables, como los abogados del fondo, deben validar los datos extraídos para garantizar su precisión y generar confianza en el sistema.
El proveedor de servicios elegido marcará la diferencia, por supuesto. Muchas plataformas ofrecen integración de IA a través de API, aunque es más seguro y efectivo optar por un proveedor que ofrezca IA privada y patentada.
El camino por recorrer
Los equipos jurídicos de private equity actúan, en cierta medida, como gestores estratégicos de riesgos, y la IA es su mejor aliada en la actualidad. Al utilizar principalmente OCR y LLM para potenciar la gestión de contratos y expedientes, las empresas ganan más que eficiencia: ganan resiliencia.
Las empresas que adoptan esta tecnología basada en IA no solo reducirán el trabajo manual, sino que obtendrán una visión más profunda de sus carteras.
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