Los equipos jurídicos siguen abrumados por el trabajo administrativo: qué, por qué y cómo

Los equipos jurídicos internos y el trabajo administrativo siguen en conflicto. Los profesionales jurídicos han sido testigos de una oleada tras otra de cambios. Por ejemplo, presupuestos ajustados, y soluciones LegalTech prometedoras para salvar el día. Pero, ¿cuánto ha cambiado realmente?

Nuestra reciente encuesta con Above the Law sugiere: no mucho.

Incluso con todas las nuevas herramientas y funciones, muchos equipos jurídicos siguen abrumados por las tareas rutinarias. El trabajo administrativo sigue consumiendo un tiempo valioso. Es tiempo que podría irse a la estrategia, asesoramiento empresarial y el trabajo más valorado.

Legal teams and admin tasks - still a burden

Puede que los profesionales jurídicos cumplan muchos roles. Pero, la forma en que usan su tiempo es otra cosa. Los resultados de la encuesta revelan cuánto tiempo del día dedican en tareas no jurídicas.

Las principales conclusiones son las siguientes:

  • El 6% de los encuestados afirma que su jornada es casi exclusivamente administrativa.
  • El 28% se siente abrumado por las tareas administrativas
  • El 55% está algo abrumado
  • Sólo el 12% dedica la mayor parte de su tiempo a trabajos jurídicos de alto nivel

Esto significa que casi 9 de cada 10 profesionales jurídicos no se centran en trabajo que requiere su experiencia. Hay un desajuste entre el talento jurídico y cómo se utiliza. Sin duda, esto conlleva numerosos retos internos: ya sea en el aspecto moral o en términos de ineficacia.

Cuando nos referimos al trabajo administrativo de los equipos legales pensamos en muchas cosas. La mayor parte del tiempo son tareas redundantes que consumen mucho tiempo y tienen poco impacto. Estas son las conclusiones del porqué siguen siendo un reto.

Las tareas que consumen más tiempo

La encuesta analizó qué tareas consumen más tiempo. Se destacaron varios puntos problemáticos comunes. Algunos inclusive pueden sonar familiares…

  • Gestión de correos electrónicos internos y preguntas jurídicas básicas: El 31% de los encuestados dedica al menos 8 horas a la semana a gestionar preguntas por mail. Esto conlleva a la frustración, ya que a menudo responden preguntas repetitivas y de poco impacto.
  • Gestión de solicitudes internas de contratos: El 32% de los encuestados dedica más de ocho horas semanales a los contratos. Entre los contratos internos, los acuerdos de ventas son los más comunes. El principal reto es que las solicitudes suelen llegar sin el contexto suficiente. Esto da lugar a una muchas idas y vueltas innecesarias, ralentiza las operaciones empresariales y desvía a los equipos de tareas más estratégicas.
  • Búsqueda de archivos digitales: El 34% de los encuestados afirma dedicar entre 2 y 4 horas semanales a la búsqueda de documentos. El tiempo dedicado a algo tan fácil pero a la vez necesario revela que ni siquiera la información/documentación más básica es de fácil acceso.

Los abogados deben alternar constantemente entre las pequeñas tareas urgentes y el pensamiento global. Pero sin estructura, es difícil centrarse. Con el tiempo, este tipo de presión desgasta a la gente. No es de extrañar que se sientan frustrados o desconectados del impacto que podrían estar teniendo.

Consecuencias reales de la carga administrativa

Los empleados jurídicos tradicionalmente son considerados gestores de riesgos y asesores empresariales. Hoy en día, se encuentran atrapados en el trabajo operativo cotidiano. Este cambio no solo afecta a la satisfacción individual, sino que tiene consecuencias reales para la organización.

Por ejemplo, una empresa tecnológica mediana. El personal jurídico pasa horas cada semana actualizando manualmente:

  • Los contratos
  • Respondiendo a solicitudes repetitivas comerciales
  • Revisando hilos de correo electrónico en busca de contexto

En un caso, un asesor jurídico declaró haber pasado casi dos días enteros preparando la aprobación de un simple contrato con un proveedor. Tiempo que pudo haberse utilizado para guiar a la empresa a través de un importante cambio normativo.

No es un caso aislado. Los equipos jurídicos de todos los sectores dedican mucho más tiempo del que les gustaría a tareas que no requieren conocimientos jurídicos. Cosas como formatear documentos, buscar versiones anteriores de contratos o hacer un seguimiento de las aprobaciones… No solo consumen energía, sino que relegan el trabajo estratégico a un segundo plano.

Como resultado, los departamentos jurídicos pueden quedar desconectados de las decisiones empresariales, que evolucionan con rapidez. La moral decae cuando los profesionales cualificados sienten que su talento se desperdicia. Y, con el tiempo, la empresa corre el riesgo de tratar al departamento jurídico como un servicio reactivo en lugar de como un socio proactivo.

El estudio encuestó a profesionales jurídicos sobre las tareas más frustrantes. En DiliTrust, descubrimos que no solo se produce una acumulación de frustración debido a la ineficacia. sino que las principales cargas también afectan a la moral y a la percepción general de los equipos jurídicos dentro de una empresa.

Las principales conclusiones son las siguientes:

  • La frustración se acumula cuando los trabajadores de gran talento dedican su jornada laboral a realizar tareas que pueden automatizarse fácilmente. Esto conduce a la falta de compromiso y a una menor motivación para innovar.
  • Los equipos se desajustan cuando las prioridades no están estructuradas o no se entienden correctamente. Esto crea ineficiencias y ralentiza la colaboración entre funciones.
  • Laaportación estratégica se retrasa o no se respeta, lo que diluye la voz del departamento jurídico en la mesa de dirección. Las decisiones empresariales pueden seguir adelante sin la perspectiva jurídica, lo que aumenta el riesgo.
  • El departamento jurídico se percibe más como un cuello de botella que como un facilitador del negocio. Esto puede dañar la confianza interna y dar lugar a menos consultas en las primeras fases.

Según las respuestas abiertas de la encuesta, el aspecto más frustrante del trabajo para el 21% de los profesionales era el trabajo administrativo. Cuando se les preguntó en qué preferirían centrarse, la investigación jurídica (27%) y el asesoramiento estratégico (23%) encabezaron la lista, lo que indica un fuerte deseo de orientarse hacia actividades de mayor valor.

La tecnología no es un milagro, lo que significa que no es la única solución a todos los problemas de los equipos jurídicos. Sin embargo, es una base sólida para impulsar a los equipos hacia un entorno de trabajo más eficiente y agradable. pero es una base sólida. La gestión del ciclo de vida de los contratos (CLM ) y las soluciones basadas en inteligencia artificial, por ejemplo, aportan un valor real.

Para ilustrar mejor las ventajas del impacto de LegalTech en las tareas cotidianas, comparamos los flujos de trabajo manuales con los automatizados.

Comparación de flujos manuales vs automatizados

TareaHora manualAutomatización con CLM e IA
Búsqueda de cláusulas1-3 horas1 minuto
Revisar las fechas de caducidad1-3 horas5 minutos
Validar las versiones de los contratosHasta 1 día6 minutos
Visión general de los contratos complejos2-3 días10 minutos
De la creación a la firmaSemanasUnos días

Al recuperar incluso una parte de esas horas, los equipos jurídicos pueden reinvertir su energía donde más importa. Sin embargo, la implantación debe ir más allá del software.

Por encima de todo, hay que tener en cuenta el factor humano, especialmente en el contexto de la gestión del cambio. Al fin y al cabo, la transformación empieza por las personas. Esto significa dedicar deliberadamente tiempo y espacio a explorar las ineficiencias, escuchar las frustraciones y conseguir apoyo interno para el cambio. Antes de eso, los responsables jurídicos deben implicar a los empleados en la definición de lo que es «mejor» y, junto con ellos, co-crear el camino a seguir.

A pesar del uso de sistemas de gestión de documentos y herramientas de flujo de trabajo, muchos departamentos siguen funcionando en silos. Los flujos de trabajo están ocultos, las herramientas no se conectan y el seguimiento es manual. Pero la raíz del problema no es sólo técnica. Los equipos jurídicos no siempre tienen procesos claros, prioridades compartidas o vínculos sólidos con otros departamentos. Esto genera estrés y confusión.

Todas las razones anteriores expresan la necesidad de analizar su contexto y tener algunas consideraciones para el cambio.

Consideraciones para el cambio

El cambio debe apoyarse en una estrategia de comunicación clara y adaptada. Los distintos responsables de la toma de decisiones necesitan mensajes diferentes: algunos se preocuparán por la eficiencia operativa, otros por la mitigación de riesgos y otros por la rentabilidad financiera. Hacer que estas ventajas sean visibles y accesibles ayuda a las partes interesadas a reconocer todo el valor de la transformación. Para integrar el cambio de forma sostenible y mejorar la alineación de los equipos, las organizaciones también deben tener en cuenta:

  • Introducir plataformas centrales de información (en lugar de tener que escribir correos electrónicos) que generen eficacia, transparencia y visibilidad compartida.
  • Establecer sistemas de semáforos para señalar las prioridades, de modo que los equipos sepan de un vistazo qué es urgente, qué está en espera y qué puede esperar.
  • Ofrecer sesiones de formación periódicas que ayuden a los miembros del equipo jurídico a desarrollar un «instinto» intuitivo para saber: qué es crítico y qué no lo es; cuándo es apropiado escalar y cuándo pueden actuar de forma independiente.

Capacitar a los empleados con marcos que les permitan tomar decisiones con confianza, en lugar de recurrir por defecto a excesivas aprobaciones internas, puede cambiarlo todo. Los departamentos jurídicos deben aspirar a capacitar a las personas, no solo a automatizar tareas. Incluso la pila tecnológica más potente fracasará si los equipos no saben cuándo o cómo utilizarla o, lo que es peor, si no creen en ella. En última instancia, recuperar el tiempo y unir a las personas y los procesos no consiste solo en ahorrar horas, sino en devolver el sentido al trabajo jurídico y desbloquear todo el valor estratégico de los equipos internos.

Los profesionales jurídicos no piden menos responsabilidades, sino la oportunidad de centrarse en lo que realmente importa. Cuando el trabajo jurídico está dominado por los correos electrónicos, el seguimiento de expedientes y la búsqueda de aprobaciones, se pierde la perspectiva general.

Pero no tiene por qué seguir siendo así. Con las herramientas adecuadas, flujos de trabajo más claros y una mejor alineación del equipo, los departamentos jurídicos pueden recuperar su tiempo y reconstruir su papel como asesores de confianza. No se trata solo de trabajar más rápido: se trata de trabajar de forma más inteligente, con más propósito y más impacto.