El deber fiduciario: principios y responsabilidades fundamentales en la gobernanza empresarial

El deber fiduciario representa una de las obligaciones jurídicas más importantes en las relaciones empresariales y profesionales. Este concepto fundamental establece el más alto nivel de cuidado y lealtad entre las partes, exigiendo a los fiduciarios que actúen en el mejor interés de sus beneficiarios y no en el suyo propio. Para los líderes empresariales, los miembros del consejo de administración y los departamentos jurídicos, comprender estas obligaciones es esencial para mantener el cumplimiento y defender las normas éticas.

¿Qué es el deber fiduciario y por qué es importante?

Existe un deber fiduciario cuando se encomienda a una persona o entidad (el fiduciario) que actúe en nombre de otra (el beneficiario). Esta relación crea una obligación legal para el fiduciario de actuar únicamente en el mejor interés del beneficiario, anteponiendo esos intereses a los suyos propios. Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia del deber fiduciario. Sirve de base para la confianza en numerosas relaciones profesionales, en particular en la gestión empresarial.

Cuando los miembros del consejo toman decisiones, deben tener en cuenta cómo afectan a los accionistas y no su beneficio personal. Esta obligación garantiza la rendición de cuentas y ayuda a proteger a quienes confían en otros para gestionar sus asuntos o activos.

Las relaciones fiduciarias se caracterizan por:

  • Un desequilibrio significativo de poder o información.
  • La exigencia de actuar con buena fe y honradez.
  • La obligación de evitar conflictos de intereses.
  • La responsabilidad de mantener la confidencialidad.

Estas obligaciones se hacen cumplir a través de marcos jurídicos que varían según la jurisdicción, pero que defienden sistemáticamente el principio de que los fiduciarios deben dar prioridad a los intereses de sus beneficiarios.

Los dos deberes fiduciarios fundamentales: Lealtad y diligencia

Aunque las responsabilidades fiduciarias abarcan varias obligaciones, dos deberes principales constituyen la piedra angular de las relaciones fiduciarias: El deber de lealtad y el deber de diligencia.

Deber de lealtad

El deber de lealtad exige que los fiduciarios actúen de buena fe y en el mejor interés de sus beneficiarios. Esto significa evitar conflictos de intereses y nunca utilizar su posición para obtener ventajas personales a expensas del beneficiario. Los componentes clave del deber de lealtad incluyen:

  • Evitar las transacciones de auto-negociación.
  • Revelación de posibles conflictos de intereses.
  • Mantener la confidencialidad de la información sensible.
  • Abstenerse de competir con los intereses del beneficiario.

Por ejemplo, un miembro del consejo de administración que orienta los contratos corporativos hacia una empresa de su propiedad sin revelar esta relación viola claramente su deber de lealtad.

Deber de diligencia

El deber de diligencia establece el nivel de atención y diligencia exigido a los fiduciarios. Obliga a los fiduciarios a tomar decisiones informadas y prudentes basadas en toda la información disponible. Este deber exige que los fiduciarios:

  • Ejercer una diligencia razonable en la toma de decisiones.
  • Busque información adecuada antes de tomar decisiones.
  • Aplicar sus conocimientos y experiencia en beneficio del beneficiario.
  • Mantener una supervisión adecuada de las responsabilidades delegadas.

El deber de diligencia suele definirse como lo que haría una persona razonablemente prudente en circunstancias similares. Para los directores de empresa, esto significa revisar a fondo los informes financieros, hacer preguntas inquisitivas y consultar a expertos cuando sea necesario.

¿Quién tiene un deber fiduciario? Ejemplos habituales

Las obligaciones fiduciarias se extienden a numerosas relaciones profesionales. Entender quién tiene estas responsabilidades ayuda a aclarar las expectativas y las obligaciones legales. Los fiduciarios más comunes son:

  • Consejeros y directivos de empresas: Los miembros del Consejo de Administración y los ejecutivos tienen deberes fiduciarios para con la empresa y sus accionistas. Deben tomar decisiones que beneficien a la organización y no a sí mismos.
  • Fideicomisarios: Las personas que gestionan fideicomisos tienen responsabilidades fiduciarias con los beneficiarios de esos fideicomisos, lo que les obliga a gestionar los activos con prudencia.
  • Abogados: Los abogados tienen deberes fiduciarios para con sus clientes, como mantener la confidencialidad y evitar conflictos de intereses.
  • Asesores financieros: Los profesionales de la inversión deben proporcionar un asesoramiento que sirva a los intereses financieros de sus clientes, no a sus propias estructuras de comisiones.
  • Tutores: Los responsables legales de menores o adultos incapacitados tienen la obligación fiduciaria de proteger los intereses de sus pupilos.
  • Socios comerciales: Los socios tienen obligaciones fiduciarias entre sí y deben actuar en interés de la sociedad.

Cada una de estas relaciones implica confianza, fiabilidad y la expectativa de que el fiduciario actuará honorablemente y en el mejor interés del beneficiario.

El incumplimiento del deber fiduciario se produce cuando un fiduciario incumple sus obligaciones de lealtad o diligencia. Estos incumplimientos socavan la confianza esencial en las relaciones fiduciarias y suelen tener consecuencias importantes. Ejemplos comunes de incumplimientos incluyen:

  • Apropiación indebida de fondos o activos.
  • Tomar decisiones basadas en el beneficio personal y no en los intereses de los beneficiarios.
  • No revelar los conflictos de intereses.
  • Descuidar la diligencia debida antes de tomar decisiones importantes.
  • Compartir información confidencial de forma inapropiada.

Las consecuencias del incumplimiento de los deberes fiduciarios son sustanciales y suelen incluir:

  • Sanciones legales: Los tribunales exigen el cumplimiento de las obligaciones fiduciarias a través de diversos recursos, entre los que se incluyen la indemnización por daños y perjuicios, la restitución de beneficios y la destitución de cargos de confianza.
  • Restitución financiera: Los fiduciarios que incumplen sus obligaciones normalmente deben indemnizar a los beneficiarios por las pérdidas sufridas.
  • Consecuencias profesionales: Muchos profesionales se enfrentan a medidas disciplinarias de los organismos reguladores, incluida la suspensión o revocación de la licencia.
  • Daños a la reputación: Más allá de las consecuencias legales, las infracciones suelen provocar un daño duradero a la reputación que afecta a las oportunidades futuras.

Para los directivos de empresas, las infracciones exponen además a la organización a demandas de los accionistas, al escrutinio normativo y a una posible inestabilidad financiera.

Para demostrar un incumplimiento de los deberes fiduciarios en un procedimiento judicial es necesario probar elementos específicos. Comprender estos componentes ayuda a las organizaciones a identificar posibles incumplimientos y a tomar las medidas adecuadas. Para demostrar el incumplimiento de una obligación fiduciaria, normalmente deben probarse los siguientes elementos:

  • Existencia de una relación fiduciaria: Las pruebas deben demostrar que existía una relación en la que una de las partes estaba obligada a actuar en el mejor interés de la otra.
  • Incumplimiento del deber: La documentación debe demostrar que el fiduciario incumplió sus obligaciones de lealtad o diligencia.
  • Daños y perjuicios: El incumplimiento debe haber causado un daño o perjuicio real al beneficiario.
  • Causalidad: Las pruebas deben relacionar directamente la actuación del fiduciario con el perjuicio sufrido.

La carga de la prueba varía según la jurisdicción, pero en general, una vez establecida una relación fiduciaria, el fiduciario tiene la responsabilidad de demostrar que ha actuado correctamente.

Cómo las soluciones de gobernanza respetan las normas fiduciarias

Al hacer hincapié en la excelencia fiduciaria, las organizaciones demuestran su compromiso con el liderazgo ético y la gestión responsable. Para los departamentos jurídicos y las secretarías corporativas, la implantación de soluciones de gobernanza que faciliten la documentación, la transparencia y el cumplimiento ayuda a mitigar los riesgos fiduciarios. Los portales digitales de los consejos de administración y los sistemas de gestión de contratos proporcionan entornos seguros para compartir información sensible, al tiempo que mantienen registros adecuados de los procesos de toma de decisiones.

DiliTrust Governance suite ofrece soluciones seguras e integradas para gestionar las actividades de la junta directiva, los contratos y la documentación corporativa, ayudando alas organizaciones a mantener los más altos estándares de responsabilidad fiduciaria a través de una mayor transparencia, responsabilidad y cumplimiento.

El deber fiduciario sigue siendo una piedra angular de la ética profesional y el gobierno corporativo. Mediante la comprensión de estas obligaciones y la implantación de sistemas adecuados para apoyar el cumplimiento, las organizaciones protegen a sus partes interesadas al tiempo que crean culturas de confianza y responsabilidad. A medida que evolucionan los entornos normativos y aumentan las expectativas de las partes interesadas, la importancia de la excelencia fiduciaria no hará sino crecer.

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